• Se aprende el inglés más auténtico. Viviendo en el extranjero, nos metemos en el inglés más real, con su rico vocabulario, expresiones y naturalidad. Estaremos 24 horas en contacto con el idioma. Vivirás el idioma desde dentro: desde el inglés de la calle hasta el más formal de la Administración. El Reino Unido conserva el inglés más puro y, al mismo tiempo, es un crisol en el que encontramos todo tipo de acentos y nacionalidades.
• Permite pasar más tiempo fuera. Podemos pagarnos la estancia durante más tiempo, si estamos trabajando. De esta manera, podremos aprender inglés trabajando, durante meses, en una inmersión total.
•El Reino Unido está cerca. En un par de horas de avión, puedes poner el pie en las islas. Los ingleses están acostumbrados a recibir visitantes. Es un destino mundial. Esa proximidad geográfica y social hace del Reino Unido un destino preferente. Además, al ser un país de la UE, no necesitamos visado para trabajar allí.
• Es una importante experiencia personal y laboral. Haremos múltiples contactos y amigos y, aunque el trabajo no sea el de nuestros sueños, a nivel curricular, se valora mucho la valentía de ir a trabajar al extranjero. Por supuesto, nuestro nivel de inglés destacará muchísimo, lo que es imprescindible en el mundo laboral